Abr 7 2014
Mejora tu pisada
Mejora tu pisada para aumentar tu velocidad
El entrenamiento de una pisada más efectiva, rápida y sobre todo más reactiva, es una parte fundamental del entrenamiento de carrera.
Cuando hablamos de pie reactivo, estamos hablando de la capacidad que hemos desarrollado o que tenemos de forma innata, para que durante la fase de apoyo en la carrera, nuestro pie permanezca el menor tiempo posible en el suelo; favoreciendo de esta forma la fase de impulsión.
Cuanto menor es la velocidad de carrera, mayor será el tiempo de contacto en el suelo, con lo cual, si queremos mejorar debemos trabajar en ello. Una acción más reactiva del pie en el suelo mejorará la velocidad de carrera.
Para favorecer un pie más reactivo, es importante que tengamos en cuenta una serie de consideraciones muy sencillas que nos orientarán hacia un modelo más natural de carrera, más eficiente y económico:
POSICIÓN: Mantener una posición alta y erguida, con mirada al frente, hombros y brazos relajados, brazos en 90º y evitar cruzar la línea media del cuerpo mientras los balanceamos.
APOYO: Para conservar una buena posición y conseguir una pisada efectiva, rápida y reactiva es importante que el apoyo se produzca con el metatarso, desde la parte media del pie hacia delante. Esto no significa que el talón no deba tocar el suelo, sino que la primera parte que debe contactar con el suelo debe ser la parte media/delantera del pie y a continuación, si la velocidad es baja, se apoyará el talón para estabilizar la pisada.
En cambio si la velocidad es alta, es posible que el talón no llegue a contactar con el suelo. Si entras de talón, como nos “obligan” las zapatillas con una excesiva amortiguación en el mismo, es muy difícil favorecer un pie más reactivo; ya que tendrás que pasar por la fase de apoyo del pie entero, hasta el metatarso, para desde ahí impulsarte.
No olvidéis que cualquier cambio en la técnica de correr requiere de una adaptación y no podemos pasar de un día para otro de correr “talonando” en exceso a correr de puntillas, porque seguro que nos lesionamos; así que precaución y sobre todo progresión.
FRECUENCIA DE ZANCADA: Esta forma de correr permite una frecuencia de zancada más alta, de forma que se consigue mayor economía muscular. Un rango óptimo de frecuencia podría ser entre 160 y 180 pasos por minuto. Es importante mantener un buen equilibrio entre frecuencia y longitud de zancada, de forma que al aumentar el ritmo, aumentamos la frecuencia de zancada y también la longitud.
INCLINACIÓN: Es necesario que mantengamos una ligera inclinación hacia delante para favorecer el avance.
CRISTINA AZANZA FOTOS: CESAR LLOREDA , 12/03/2014